jueves, 28 de febrero de 2019

Isla Don Martín en Huacho

Huacho, posee varias islas e islotes en la zona marítima que integra su territorio. Una de ellas es la isla Don Martín, cuya importancia actual destaca por la producción guanera que acumula y por ser una de las de mayor extensión entre las demás islas de la región.

La Isla Don Martín es una isla guanera que vista a la distancia, parecería ser una isla de nieve a causa de la cantidad de guano que la cubre.

Tiene forma trapezoidal y se ve conformada por pequeñas formaciones rocosas. En esta isla existe una zona conocida como la “Península”, que es un espacio donde además de encontrarse el muelle, se sitúan también espacios en los cuales se alojan los extractores de guanos que arriban a la isla, además de oficinas administrativas.


Por sus características fue motivo para que las sociedades locales de tiempos prehistóricos tomaran interés en su posesión y explotación. La isla estuvo ligada a la economía de los grupos nativos en razón al aprovechamiento del guano, agregándose a ello una serie de aspectos ideológicos que se expresó en arraigadas creencias mitológicas, mediante las cuales se vinculó con deidades protectoras del fertilizante depositado.

Durante la época incaica hubo además una política definida con respecto al acceso y uso de los recursos isleños, existiendo una serie de normas que regulaban la distribución y el control de la producción guanera.

Se conoce además que en otras islas del litoral del pacífico, las islas sirvieron como zona de intercambio y lugares de culto. Según se sabe, por ejemplo, con respecto a la isla de La Plata (Marcos 1982) y, de otro lado, habiéndose comprobado que en el litoral peruano hubieron islas con ocupación humana antigua y explotación de los recursos existentes, tal como lo ocurrido en las islas de Lobos, Macabí, Guañape, Santa, San Lorenzo, Pachacamac y Chincha, donde grupos humanos Yungas la tuvieron en posesión. Surge entonces la interrogante de comprobar arqueológicamente si las culturas Yungas de la zona huachana ejercieron su dominio en las islas adyacentes a su territorio.

Habiendo conocido los antiguos habitantes peruanos las propiedades del guano para fertilizar sus tierras, fue lógico entonces que la posesión de las islas haya estado en la mira de los gobernantes nativos para asegurarse de su abastecimiento y consecuentemente controlar un recurso más, que le permite afianzar su poder entre la población aborigen.

Es interesante señalar la evidencia histórica sobre la importancia del guano en las sociedades andinas del sur del Perú, las cuales las venían explotando desde épocas anteriores a la presencia europea, especialmente para los cultivos del maíz, por considerarlo muy beneficioso e imprescindible para su crecimiento y buena producción.

El tributo otorgado por los Yungas a los gobernantes del altiplano del Titicaca, consistía en varios indios dedicados a la producción del maíz, para lo cual recibían llamas y costales en los cuales transportaban el estiércol desde el litoral hasta las parcelas situadas en Moquegua y Santa, luego de haberlo extraído de unas islas situadas entre 8 a 20 leguas de distancia (Diez de San Miguel 1572: 33, 126, 127 y 245).

Características de la Isla

La isla es una gran formación rocosa que vista desde el lado Este, parece como inmensa mole de aspecto trapezoidal y color blanquecino, debido a las acumulaciones de guano el ambiente es desértico pues carece de vegetaciones y agua. Hacia el lado Suroeste existe un sector separado con pequeñas formaciones rocosas, pero más bajas.

Por el Este queda la zona llamada “Península” donde se sitúa el muelle, las oficinas, la guardianía y el campamento para alojar el contingente de operarios que llegan en la época de extracción del guano. El resto de sectores la llamada “Planchada” del lado sur de los escollos y acantilados que rodean la isla, presentan fuertes pendientes por lo que son muy accidentados.

La altura que alcanza, fluctúa entre 80 metros hacia el lado Oeste y 60 a 50 metros en otros sectores. Tiene una extensión total de 16.58 hectáreas y en la mayor parte de ella habitan diversas especies de aves marinas. La distancia que existe entre el puerto de Huacho y la isla es de 6.38 millas marítimas según la Carta Nacional, hoja H-23h, distancia que también fue referida en 7 millas (Raymondi, 1920:403).
Guanay Peruano

Fauna de la Isla Don Martín

Alrededor de la isla, se puede hallar además una valiosa población de cardúmenes de anchoveta, un rico alimento sobre todo para las poblaciones de lobos marinos de la zona, y que son también un cotizado recurso para los pescadores.

La fauna que puebla la isla fue, y es, el recurso de más importancia en este lugar. El orden de las aves que anotamos está en relación a su mayor frecuencia, siendo entre las aves de la siguiente manera:

  • Guanay
  • Piquero Peruano
  • Alcatraz
  • Zarcillo
  • Pingüino
  • Gaviota Peruana
  • y Gallinazos. 
Las dos últimas especies llegan a la isla en temporada de incubación y crecimiento de pichones, por lo cual constituyen un peligro a la supervivencia de estos.

¿Cómo llegar?

Para poder llegar hasta esta isla, es necesario partir, si uno se encuentra en Huacho, hacia el Desvío de Vegueta que se encuentra a la altura del kilómetro 159, desde aquí se continúa hasta la caleta de pescadores de Vegueta. 

Ya en la caleta se opta por el alquiler de alguna embarcación, que lo llevará hasta la isla en un tiempo promedio de veinte minutos. 

El ingreso a esta isla es semi-restringido, ya que se tiene que contar con el permiso de los encargados de la misma; de preferencia, se recomienda pedir autorización para visitarla durante los meses de diciembre a marzo, cuando hay mayores posibilidades de que se encuentre abierta al público.

En nuestros días, la visita a los alrededores de la isla, se ve continuada, además de por los extractores del guano, por deportistas, que tienen interés en la práctica del buceo, así como la pesca submarina.
Llegar a la isla, o rodearla, permite además tomar bellas fotografías del encanto marino del Perú y estar cerca de animales inofensivos que adornan el ambiente ameno.